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Emprendimiento

Algunas personas llevan el emprendimiento en la sangre, se les ocurren buenas ideas de negocio, son buenos para las ventas y encima de todo tienen éxito; también existen las personas que quisieran tener esas habilidades pues buscan independencia económica o cumplir el propósito de crear una pequeña empresa y tener esa satisfacción personal, pero simplemente los pensamientos negativos son más fuertes.

Decidirse a iniciar un negocio requiere antes de un diálogo interno, especialmente para quienes tienen dudas al respecto. Reflexionar antes de dar este paso importante no es malo, pues gracias a eso el emprendedor puede tomar decisiones y actuar con la cabeza fría, el problema viene cuando después pensarlo demasiado la persona prefiere no arriesgarse y no hacer nada.

El emprendimiento no es necesariamente el camino correcto para todos, abrir o no un negocio no hace a una persona mejor que otra, hay quienes nunca sentirán ese interés y es aceptable; desafortunadamente hay personas sí quisieran ser dueños de un negocio pero lo consideran un sueño imposible y no se atreven a hacerlo. Si te identificas con este caso, ahora hablaremos de algunos de los miedos más comunes que impiden que muchas personas inicien el camino para poner su propia empresa y cómo darle la vuelta a estos pensamientos negativos.

Los miedos más comunes de los emprendedores

La competencia es mucha

Sí, la competencia es mucha, pero en esta carrera no hay un único ganador. La competencia en los negocios se trata también de mejorar la oferta propia para superar a los demás y a uno mismo, también entender que habrá momentos en los que las otras marcas lancen productos más novedosos y esa será una oportunidad de hacer lo mismo en el propio negocio.

Así como hay muchas marcas competidoras también hay muchos clientes, que se dejan llevar por lo nuevo y buscan variedad, así que no te desanimes si ves que hay otros emprendedores haciendo lo mismo, pues parte de los principios del comercio libre es la competencia.

Hay demasiadas cosas que aprender

Tendrás que aceptar que una parte importante de ser empresario es aprender de las distintas áreas de un negocio: ideación, diseño, producción, marketing, ventas, transferencias bancarias, logística, finanzas, etc. Lo cual puede resultar muy abrumador si decides tomar este camino solo. Afortunadamente el acceso a la información hoy está abierto a cualquiera, disponible en formatos sencillos de entender.

Sí tendrás mucho que aprender, pero a medida que avanzas, ésto se convertirá en un motivo de orgullo, pues te volverá un emprendedor más completo.

Las herramientas necesarias son muy caras

Esto se divide en dos partes, por un lado está el equipo necesario para desarrollar el negocio: la maquinaria, materia prima, los vehículos, etc. Y el nivel de inversión dependerá del tipo de negocio que se quiera montar. Por el otro lado están aquellas herramientas propias de la administración, por ejemplo aquellas relacionadas con los sistemas de procesamientos de pagos y transferencias bancarias, diseño gráfico, diseño web, servicios de paquetería, etc.

La buena noticia de emprender en esta era es que la tecnología ha servido para la creación de otras empresas que se dedican a hacer mucho más fácil las actividades de los pequeños negocios con servicios muy completos y a precios accesibles, incluyendo envíos, pagos, administración, diseño, etc.

Estoy muy joven / viejo para emprender

Este es un miedo irracional, pues no hay evidencia técnica, científica ni histórica que diga que no se puede tener éxito en un negocio si se es mayor o menor de cierta edad. Para dejar de lado esta idea errónea es necesario ver las ventajas de estos polos opuestos.

Una persona mayor cuenta con una experiencia más amplia y se ha expuesto a vivencias que le pueden decir cuáles son las mejores formas de actuar; mientras que alguien jóven tiene una nueva visión del mundo y está mucho más conectado con los servicios digitales. En vez de considerarlo una desventaja, toma las cualidades que posees y aprende de las fortalezas de otras generaciones.

Puedo perder mi dinero

Empezar un negocio sí es un riesgo, pero debes recordar dos cosas, primero: el fracaso es simplemente la oportunidad de comenzar de nuevo, esta vez más inteligente (Henry Ford); y segundo: en los negocios los riesgos se toman de forma inteligente. Si crees que emprender es tomar los ahorros de toda tu vida, ponerlos en una idea y posiblemente terminar perdiéndolo, tienes una percepción equivocada.

Investiga más sobre el diseño de un plan de negocios, verás que una práctica común es empezar con proyectos prueba, los cuales requieren una inversión moderada y le permite a las empresas conocer qué funciona, qué no, y a qué vale la pena invertirle más dinero.

Las empresas antiguas y nuevas siempre toman decisiones basadas en los aprendizajes de sus movimientos previos. Adopta esta metodología, pues te permitirá avanzar hacia adelante, y no en círculos.

Mi trabajo actual no me dejará tiempo para hacerlo

Emprender a la par de trabajar de tiempo completo en otra empresa es posible. El manejo de tiempo debe ser más eficiente, pero esto no debería ser una barrera para alguien con el sueño de poner su propio negocio. El dinero obtenido de un trabajo fijo puede usarse en parte para sustentar el nuevo negocio y se puede buscar el apoyo de otras personas que participen mientras el dueño está en sus horas laborales. 

En conclusión

El emprendimiento es una actividad económica que sí implica un riesgo y eso hace normal que genere temor, pues todo mundo quisiera saber que va a la segura. Sólo recuerda que el tener un negocio no es un juego de azar, al contrario, es una aventura que requiere planeación, estrategia, habilidad y entrega.

Tu negocio va a avanzar o estancarse de acuerdo a las decisiones que tomes para sacarlo adelante, y también es importante ir aceptando esos riesgos inteligentemente. Un emprendedor experimentado no le pone todo su dinero a una idea y se avienta a lo desconocido, sino que piensa bien cómo invertir y actuar para disminuir las posibilidades de pérdidas y aumentar las de ganancias.

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